Los termostatos son componentes discretos pero esenciales, que permiten que el motor alcance y mantenga lo más rápidamente posible la temperatura óptima de funcionamiento. Los termostatos de Continental garantizan el máximo rendimiento de los motores en todo momento, el mínimo consumo de combustible y unos niveles bajos de emisiones.
Gracias a los conocimientos técnicos como empresa con presencia mundial, Continental ofrece soluciones innovadoras de la mano de un único proveedor.
Un termostato de tipo cera es un cartucho resistente a la presión que se llena con cera. Cuando el refrigerante del motor se calienta, la cera se derrite y se expande. Dependiendo de la temperatura, la cera abre una válvula que permite que el refrigerante fluya hacia el radiador. Si la temperatura del refrigerante desciende por debajo de un punto predefinido, un resorte devuelve la válvula a su posición original.
Los termostatos electrónicos, controlados por MAP, también usan cera. Sin embargo, la temperatura está regulada no solo por el motor y el refrigerante, sino también por medio de la calefacción eléctrica. De esta manera, los vehículos modernos pueden mejorar aún más la efectividad de sus sistemas de refrigeración. Por ejemplo, en situaciones que requieren un rendimiento significativamente mayor, el enfriamiento del motor puede comenzar antes. Esto aumenta la eficiencia del motor y garantiza una larga vida útil. Como ventaja adicional, la integración de los termostatos en el circuito de refrigerante puede mejorar el control de la temperatura en el vehículo.
Un termostato defectuoso puede tener graves consecuencias para un vehículo. Si no funciona se queda completamente cerrado, esto puede elevar la presión en el sistema de refrigeración y causar daños a la culata, el sistema de refrigeración y el mecanismo del motor. Si está defectuoso y se queda completamente abierto, el motor no alcanzará su temperatura de funcionamiento adecuada. En ambos casos, el consumo de combustible también aumenta.
Los termostatos son componentes discretos pero esenciales, que permiten que el motor alcance y mantenga lo más rápidamente posible la temperatura óptima de funcionamiento. Los termostatos de Continental garantizan el máximo rendimiento de los motores en todo momento, el mínimo consumo de combustible y unos niveles bajos de emisiones.
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Un termostato de tipo cera es un cartucho resistente a la presión que se llena con cera. Cuando el refrigerante del motor se calienta, la cera se derrite y se expande. Dependiendo de la temperatura, la cera abre una válvula que permite que el refrigerante fluya hacia el radiador. Si la temperatura del refrigerante desciende por debajo de un punto predefinido, un resorte devuelve la válvula a su posición original.
Los termostatos electrónicos, controlados por MAP, también usan cera. Sin embargo, la temperatura está regulada no solo por el motor y el refrigerante, sino también por medio de la calefacción eléctrica. De esta manera, los vehículos modernos pueden mejorar aún más la efectividad de sus sistemas de refrigeración. Por ejemplo, en situaciones que requieren un rendimiento significativamente mayor, el enfriamiento del motor puede comenzar antes. Esto aumenta la eficiencia del motor y garantiza una larga vida útil. Como ventaja adicional, la integración de los termostatos en el circuito de refrigerante puede mejorar el control de la temperatura en el vehículo.
Un termostato defectuoso puede tener graves consecuencias para un vehículo. Si no funciona se queda completamente cerrado, esto puede elevar la presión en el sistema de refrigeración y causar daños a la culata, el sistema de refrigeración y el mecanismo del motor. Si está defectuoso y se queda completamente abierto, el motor no alcanzará su temperatura de funcionamiento adecuada. En ambos casos, el consumo de combustible también aumenta.